Lecciones del asalto

 

    ( Publicado en Diario SUR de Málaga  el 10 de enero de 2021) 

         Las reglas del juego (VII)              




Debemos cuidar las instituciones  

    La importancia de las instituciones en una democracia nos salta a la vista cuando presenciamos en directo el asalto a una de las más icónicas del planeta, el Capitolio de los Estados Unidos. Lo que hasta ahora solo habíamos visto en la ficción lo pudimos contemplar el miércoles pasado en directo y con imágenes reales, por más que el reparto, el atrezo y algunas de las escenas más llamativas, como la del bárbaro con piel de bisonte profanando la presidencia del Senado, parecieran sacadas de una guardarropía de factoría hollywoodense.

    Se equivocan los que piensan que en los autoritarismos se gobierna sin el pueblo: se gobierna sin las instituciones. De hecho, todos los dictadores sin excepción han apelado al pueblo para legitimar su poder, pero ninguno ha podido coexistir con instituciones democráticamente elegidas. También los populismos de izquierda y derecha apelan directamente al pueblo y denuestan las instituciones de la democracia representativa, a las que acusan de ser lugares privilegiados para la casta. Por eso el populismo lleva en su esencia el germen del autoritarismo. Cierto que no es lo mismo menospreciar al Parlamento que asaltarlo, pero hemos podido comprobar una vez más que, en un ambiente de alta polarización, cuando unos comienzan alentando lo primero otros terminan haciendo lo segundo.

    Hay quien piensa que la democracia radica en darle todo el poder al pueblo, cuando consiste en realidad en no darle todo el poder a nadie. Por eso, la garantía de las libertades exige un entramado institucional en el que el poder esté repartido y controlado y una ciudadanía activamente comprometida con su defensa. En democracia, el pueblo debe hablar eligiendo a sus representantes en las urnas, pero debemos desconfiar cuando se le arenga para que imponga su voluntad con la fuerza de la calle: antes o después acaba surgiendo un tipo disfrazado de bisonte.

    Ojalá sepamos aprovechar la lección más importante del asalto al Capitolio: debemos cuidar con esmero las imprescindibles pero frágiles instituciones de la democracia.

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