Second Best

  




(Publicado en Diario SUR de Málaga el 11 de junio de 2023)

- Las reglas del juego (LXVI) - 


Puede que para pretender ganar las próximas elecciones generales sea necesario, antes de nada, conseguir presentarse ante el electorado como un partido ganador. Con anterioridad a la crisis del bipartidismo esta afirmación no necesitaba más explicación, ahora quizá convenga aclarar su significado: ganar las elecciones supone alcanzar más votos y escaños que el segundo. Y presentarse ante los electores como un partido ganador, ofrecerles una alternativa propia de gobierno, con vocación de concitar el apoyo mayoritario.

En un escenario como el actual, en el que hay que descartar las mayorías absolutas y en el que es posible que el que gane no consiga gobernar o que, si lo hace, no pueda gobernar en solitario, presentarse como partido ganador exige una determinada manera de entender los posibles gobiernos de coalición: más como una consecuencia que no podrá descartarse si la exigen los resultados que como la primera opción que, ya de entrada, se plantea a tus posibles votantes. En inglés, esto se llama un «second best». En español, salir a ganar.

Aspirar a ganar sin necesidad de apoyos, pero sin renunciar a ellos si la ocasión así lo exige, es una idea cuya sutileza no es fácil de trasladar al electorado: si pones demasiado acento en que quieres gobernar en solitario, corres el riesgo de que te acusen de ocultar tu agenda; pero si lo pones en tus posibles compañeros de gobierno, inevitablemente transmites el mensaje de que no tienes un proyecto propio, que renuncias a pedir el voto solo para ti.

No hay mucha diferencia entre presentarse a las elecciones en coalición con otros y hacerlo en solitario con el mensaje de que a todo lo que se aspira es a gobernar con ellos. Cuando esos otros se sitúan en el extremo de tu mismo arco ideológico (a tu derecha si eres un partido de derecha, o a tu izquierda si eres un partido de izquierda), la coalición con tus extremos te aleja de los electores más influyentes del tablero: aquellos que convierten las elecciones en un auténtico juego «suma cero», porque cuando votan por ti dejan de hacerlo por tu principal adversario, no por tu posible compañero de viaje. 

Aun queda mucho tiempo de campaña, pero da la impresión, por ahora, de que no todos los posibles vencedores del 23J han decidido salir a ganar.

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