Tránsfugas 2.0

   



(Publicado en Diario SUR de Málaga el 25 de junio de 2023)

- Las reglas del juego (LXVII) - 


No ha pasado ni una semana de la constitución de los ayuntamientos surgidos de la pasada convocatoria electoral y ya tenemos casos de transfuguismo en varios municipios, en donde algunos concejales pretenden decidir, en contra de las instrucciones de las organizaciones que los presentaron a las elecciones, cómo se distribuye el poder en las corporaciones locales de las que forman parte, bien sea en ayuntamientos o diputaciones. 

Para evitarlo, se han llevado a cabo varias reformas legales, como las que dejan a los tránsfugas prácticamente sin voto en posibles mociones de censura o las que les impiden acceder ellos mismos a los equipos de gobierno que han sido elegidos con su voto. Estas reformas no implican necesariamente un juicio moral negativo sobre el comportamiento de los tránsfugas, cuyas razones no tienen por qué ser siempre inconfesables. Pero con ellas el legislador ha optado claramente por reforzar el papel de los partidos políticos en nuestra democracia representativa: el partido que incluyó al concejal tránsfuga en sus listas, lo promocionó como candidato y financió su campaña electoral no es dueño de su escaño (eso lo impide la Constitución) pero cuando lo expulsa de su seno puede limitar considerablemente su acción política (y sus ambiciones de poder personales), pues solo podrá acudir a los plenos del ayuntamiento, intervenir en ellos y votar según su libre criterio, que son las atribuciones esenciales ligadas al escaño que le otorgaron los electores.

Las medidas contra el transfuguismo no siempre se han podido llevar a la práctica, sobre todo por la falta de voluntad política de los alcaldes o presidentes de las diputaciones que deberían ejecutarlas. Además, se enfrentan ahora a una nueva dificultad: hasta hoy definíamos el tránsfuga como el militante que era expulsado de su partido y conservaba a pesar de ello su escaño. Pero la proliferación de nuevos sujetos políticos instrumentales, con una relación con los candidatos tan líquida como la forma que algunas veces adoptan (mareas, confluencias, plataformas o movimientos) impide hablar ya en muchos casos de partidos y aún menos de militantes. Sigue habiendo tránsfugas, pero ahora será más difícil establecer los criterios para definirlos. Son tránsfugas 2.0


Comentarios

Entradas populares de este blog

Amnistía: de las musas al teatro

Tres tesis sobre el comunicado de la investidura

Cuatro intervenciones en medios audiovisuales sobre la amnistía y la Constitución