Elecciones generales

 

 




(Publicado en Diario SUR de Málaga el 23 de julio de 2023)

- Las reglas del juego (LXIX) - 


Hoy votamos. No hay que hacerlo dando mucho crédito a las hipérboles de la campaña electoral, pues no hay candidato que se haya resistido a poner a su adversario como el principal peligro para la libertad. Podemos estar tranquilos: mañana España no se habrá convertido en una república bolivariana, ni tampoco habrá resucitado la dictadura franquista cincuenta años después de la muerte de Franco. 

Hay una cierta contradicción en proclamar a los cuatro vientos que vivimos en una democracia consolidada y al mismo tiempo decir que en las elecciones de hoy nos jugamos la propia democracia. «No se decide simplemente la alternancia», dicen algunos ¡Como si fuera poco! A mí sí me parece motivo suficiente para ir a votar que elijamos al Congreso que deberá otorgar la investidura al próximo presidente del Gobierno, bien de nuevo al que a partir de esta noche lo seguirá siendo solo en funciones, bien al que, como líder de la oposición, aspira a sucederlo: de eso se trata.

El nuevo Gobierno se apoyará en la mayoría parlamentaria que entre todos decidamos hoy y deberá tomar decisiones importantes: sobre el cambio climático, la consolidación del Estado del bienestar, la regulación de los flujos migratorios o la gestión de la cada vez mayor diversidad de la sociedad. Las políticas públicas que se diseñen para ello dependerán en gran medida del resultado que esta noche arrojen las urnas, pero todos deberán respetar los límites que establece la Constitución. Esa es la mayor garantía que tenemos los amantes de la libertad: que el Imperio de la Ley y los Derechos Fundamentales no están nunca a disposición de una mayoría que, democracia obliga, será siempre ocasional: de eso se trata, también.

Ahora bien, que vivamos en una democracia consolidada no quiere decir que la nuestra, como todas, no sea frágil. Pero el principal peligro que le acecha no son los resultados electorales, sino el deterioro de las instituciones. La  erosión institucional es la que crea el mayor riesgo para las democracias contemporáneas, que pueden morir a causa de «un millar de pequeñas heridas». El cuidado de nuestras instituciones, ausente de programas y debates electorales, es sin embargo la demanda más importante que los ciudadanos deberíamos exigir a los que hoy ganen. También de eso, sobre todo de eso, tratan estas elecciones.

Comentarios

  1. De acuerdo contigo, Ángel. Pero si llegan al poder y para pactar implantan el pin parental? Sólo existe el TC para aclarar su inconstitucionalidad?

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