Elogio de la reflexión

      

    (Publicado en Diario SUR de Málaga el 2 de mayo de 2021)

Las reglas del juego (XV)

    La ley electoral exige que las campañas electorales cesen el día previo al de la votación, con la intención de que los electores puedan dedicarse a reflexionar antes de depositar su voto. A ese día se le llama jornada de reflexión. Mañana, lunes 3 de mayo, será, por fin, la jornada de reflexión de las elecciones autonómicas que al día siguiente se celebran en la Comunidad de Madrid. 

       A la jornada de reflexión le han surgido cada vez más críticos, que al parecer la consideran una ficción insoportable. A mí, por el contrario, me despierta cada vez más simpatías, sobre todo desde que se ha podido comprobar que las campañas electorales se dirigen ya sin ningún disimulo al elector irreflexivo, o mejor dicho, al componente irreflexivo que hay en todos los electores. Que el legislador haya reservado al menos un día para que los votantes reflexionen antes de votar, después de la vorágine de la campaña, puede parecer hoy una ingenuidad casi del calibre de la de los liberales que plasmaron en la Constitución de Cádiz la obligación de los españoles de ser justos y benéficos. Pero no creo que sea una ingenuidad dañina, aunque sólo sea por su carácter simbólico, como cuando Naciones Unidas dedica un día al año a recordarnos que siguen pendientes causas importantes que casi nadie recuerda al día siguiente. Lo cierto es que hoy sigue siendo tan necesario como siempre, y quizá más urgente que nunca, insistir en que el buen votante no es el que se deja arrastrar por la pasión del momento, sino el que se aparta, aunque sea por un día, de la espiral de consignas efectistas para decidir el sentido de su voto. 

    Con ingenuidad gaditana, tiendo a pensar que existen esos buenos electores y que no están dispuestos a renunciar a un último día sin ruido para formar su propio juicio sobre todo lo que han visto y oído hasta la víspera. Tras una campaña llena de eslóganes facilones, sólo faltaba uno que llamara a los electores a transformarse mañana lunes en uno de esos buenos votantes. A ellos, mis deseos de una sosegada jornada de reflexión. Be a good voter, my friend.