Hacer un Mañueco


  (Publicado en Diario SUR de Málaga el 1 de mayo de 2022)

Las reglas del juego (XL)         

                                                                                              

  

    Desde que la mayoría de los presidentes de las Comunidades Autónomas tienen la facultad de disolver anticipadamente los parlamentos autonómicos, pesa sobre ellos la carga de decidir en qué circunstancias una legislatura no agota su mandato y se llama antes de tiempo a los electores a elegir una nueva. Va de suyo que entre los factores que sopesan se encuentran sus propias expectativas electorales. El problema que ejemplifica la convocatoria anticipada de las próximas elecciones andaluzas es que, a pesar del refinamiento de las encuestas, esas expectativas son cada vez más difíciles de calcular.

    Es así porque, desde la desaparición de las mayorías absolutas, ya no hay duda de que los ciudadanos vamos a las urnas a votar un parlamento, pero no a elegir directamente un presidente, pues a quien quiera gobernar no le basta con nuestro apoyo como electores, sino que es necesario también el apoyo de la mayoría de los diputados. Ahora, para ser investido, no sólo hay que tener un buen número de escaños propios, sino capacidad para sumar a estos un número suficiente de escaños ajenos.Por eso, aunque las encuestas en Andalucía señalan claramente quién será el partido ganador, la batalla final se dirimirá en el resto del arco parlamentario. 

    Esta nueva realidad debería pesar también en la reflexión de los electores andaluces. No de los que militan en algún partido, pues de ellos se esperan que sean fieles a sus siglas, pero sí de los militantes del voto útil, es decir, los que votan pensando en cómo su voto puede condicionar la gobernabilidad. 

    Aclarado, salvo sorpresas, quién va a presidir la Junta de Andalucía, la gran incógnita de estas elecciones será quién va a ser el vicepresidente. En las últimas elecciones autonómicas, las de Castilla y León, el presidente Fernández Mañueco terminó cambiando al que tenía por otro que, entre otras ocurrencias, quiere dejar a las autonomías sin competencias (y predicando con el ejemplo ocupa ya una cartera que carece por completo de ellas). En las que se avecinan en Andalucía nos enfrentaremos a un reto similar. Habrá un momento en la noche electoral en el que conoceremos los resultados obtenidos por Juan Marín y por Macarena Olona. Solo entonces sabremos si con esta disolución anticipada Moreno Bonilla ha hecho o no un Mañueco.

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